Estamos cerca de San Francisco. La idea es llegar temprano y poder aprovecha un poco la tarde. Al final el hotel esta cerca del aeropuerto. Dejamos las cosas y nos vamos a ver la ciudad.
Esto es lo más parecido a nuestro concepto de ciudad. Hay gente por las calles y no solo turistas. Hay zona comercial y residencial. Su encanto es a la vez su mayor dificultad: las montañitas, que suben y bajan….
A mi me sorprende de San Francisco su clima frío, y su niebla. No es que hubiera visto muchas películas de San Francisco, pero todas las recordaba al sol....
Damos una vuelta en coche, vemos el centro y decidimos cruzar el Golden Gate. Pero, ohhhhh!!! Cruzar lo cruzamos pero ver no vimos nada por la niebla. Eso si paramos en el point correspondiente para helarnos de frio y no ver nada.
Apuramos nuestras últimas horas en coche para movernos con él por toda la ciudad, nos lanzamos a cruzar el mítico Golden Gate, el cual apenas vemos por culpa de la niebla. Habrá más días. La ciudad pilla de Europa parte de su encanto pero también de su clima frío y nuboso. Echamos de menos las temperaturas del desierto.
Para cenar, aparcamos en el barrio chino y cenamos en un italiano.
Un paseo por la ciudad y una copa en Venice. Un local muy conocido en la época beat y que ahora se aprovecha de ello.
Ahora que no tenemos más kilómetros que los de la ciudad, las cenas y las copas son más sabrosas. Vamos a las zonas chic de la ciudad, al menos de las que más se hablan (chinatown, Italian ...) y nos metemos a hacer el guiri.
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