Antes de empezar el día y puesto que estamos en zona apache. Nos hemos puesto un apodo cada uno:
- Dani: Ojo de lince
- Gemma: Ficus Florido
- Pilar: Sargantana del Deseiento
- Joan: Lentilla jodida, ojo nublado
He de confesar que, siendo un ignorante de Mesa Verde, la sensación que te llevas es de "por qué era tan ignorante de Mesa Verde". Solo unos pocos meses antes de ir a verlo, y aparte de por la petición que Daniel hizo en su Top Ten, me enteré de su existencia por un incendio de unas magnitudes de extensión que me hacían pensar en que íbamos a ver toda la montaña carbonizada... Pero esto es América, y si algo vimos del incendio, no pudo en ningún momento enmascarar la belleza de ese paisaje, y la belleza de los Anasazi y sus legados allí expuestos. Espectaculares las excursiones por las casas colgadas, dignas de visitar, tanto como las medidas de seguridad que allí implantan para evitar accidentes. Hablaban de tramos muy peligrosos en lugares donde unas simplles escaleras o un tramos de ligera escalada parecían como la travesía por el Templo perdido de Indiana Jones... Una pena al fin y al cabo, porque Gemma y Pilar no accedieron y se perdieron una interesante visita a esas casas en medio de las paredes acantiladas.
Por la mañana Mesa Verde. El espectaculo inicial es dantesco- Todo está quemado, motivo por el cual no hemos tenido que pagar nada. Vamos subiendo por una carretera sinuosa pero ancha.
Vamos a ver la Clift Palace. Son unas casas construidas en un agujero en al montaña. La guía es una ranger que habla despacio, fácil de entender.
Y una mención especial para el Navajo (o moderno Anasazi) que nos hizo de guía. Desde el minuto 1 con el humor a un nivel impropio de los yanquis (nos quería enviar a la otra punta del parque porque la excursion no empezaba donde estabamos), con sus teorías sobre la desaparición de la especie (a causa de una discusión entre hombres y las mujeres) o con cualquier otro comentario que pudiera surgir. Honor a ese norteamericano, Ten Years After.
Dani y Joan se han apuntado a otra excursión que les permite ver el Balcony house. Según el guía es una ruta difícil por lo que no nos hemos apuntado nosotras. Después no era tan complicado, pero estos americanos se curan siempre en salud.
Cuando hemos salido de Mesa Verde, el comentario ha sido más o menos el mismo: Hoy si que vale la pena pagar.
Cuando hemos salido de Mesa Verde, el comentario ha sido más o menos el mismo: Hoy si que vale la pena pagar.
Y allí no se acaba, porque toda America tambien tiene su parte friki, materializada en un lugar en el que puedes estar en 4 estados USA a la vez. Creo que en un principio habíamos pensado en ir a un sitio de ese tipo que seguro estaba marcado de alguna manera. Pues sí: Four Corners no tiene ni más ni menos que una marca que te dice en plan "Hola soy Coco" que, "Ahoras estas en Colorado. Ahora estas en New Mexico. Ahora estas en Utah. Ahora estas en Arizona". Y para frikis, la combinatoria de fotografías que puedes hacerte jugando con esos 4 estados.
Por la tarde hemos hecho una pequeña parada en Four Corners. Se trata de un punto en el que coinciden cuatro estados: UTAH, ARIZONA, NUEVO MEJICO y COLORADO. Foto de rigor haciendo el numerito
Ya va bien una frikada de ese tipo en tre lo que vimos antes y lo que vimos despues: Porque donde no hay que dejar de abrir la boca es en Monument Valley: El Far West en toda su leyenda y color. Al atardecer-anochecer.
Después carretera y manta hasta Monument Valey. Llegamos tarde y ya lo habían cerrado. No nos dejan verlo por nuestra cuenta. Desde el visitor center la vista es genial. Hacemos Fotos, y fotos, y fotos….
Nos hemos encontrado con una pareja de catalanes de Cornella.
Tras la primera sorpresa en forma de gente de Cornellá, semi-conocidos de Dani, el resto fue de contemplación y admiración de ese entorno mágico, al que acompaño un atardecer en el que se combinaban nubes, claros, sol, sombra. Fotos por doquier. Es un tópico, pero te ves allí haciendo el vaquero. Y el colofón final, una tormentilla de rayos, con el mérito de cazar uno con una cámara analógica de bolsillo de las de entonces.
Ha costado encontrar Hotel. Hoy hemos pagado 109 dolares.
Un final con un ligero regusto por el tema del alojamiento: complicado en esa zona y algo especulativo con visitantes like us. Pero no nos amargó ni el paisaje ni la jornada.
Alojamiento: BEST WESTERN
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