De camino a El Paso, es visita obligada la misión más antigua en los Estados Unidos, perdida y dificil de localizar, pero valió la pena su caza y captura. El Paso choca con su parte americana y su parte mejicana. El downtown y el ambiente mexicano de la zona más cercana a la frontera, donde no dudamos en parar a comer y disfrutar de la comida mexicana en una cantina lo más parecida a la realidad mexicana de lo que encontramos en ese viaje.
Y bien alimentados nos dirijimos a White Sands, algo desconocido, de lo que ni me había preocupado en buscar información, confiando en la buena intuición de mis CTCeros, Dani en este caso. Aparte, me interesaba no levantar quejas ante el imminente paso por Phoenix, otro lugar de culto para mi sin saber el motivo, y que tenia pocos visos de hacerse realidad.
He de reconocer que White Sands fue uno de los más grandes descubrimientos del viaje. De dónde narices ha salido eso? Qué es esa clase de desierto blanco, pillado a última hora, con una ventolera que combinada con la arena blanca me destrozó una lentilla? El sol, la puesta de sol, el anochecer, la vuelta por un paisaje blanco sólo alumbrado por los focos del Chevrolet ... Y un aluvión de fotos, algunas ya vistas en exceso, y otras que no acabarías nunca de repasar... Regresé también allí y no me importaría volver a verlo.
Alojamiento: MOTEL 6
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