29 abril 2006

Sabina: Faltan 2 meses


Villancicos

Desde los tiempos del Microsoft Exchange (no el Server, si no el cliente de los inicios d Windows 95, ya me dedicaba a enviar felicitaciones Navideñas via e-mail. Si a eso le añadís mi predilección por bandasonorizar todo aquello que veo o me pasa, ya podeis imaginar que es lo que ponia en las felicitaciones.

Las rcuerdo haber empezado con el “Do they know it’s christmas?”, cuya letra es de las que me gusta siempre tener en la cabeza (“Tonight thanks God it’s them, instead of you”), pero después, siempre ha sido el maestro Sabina el que me ha puesto la música y parte de la letra. Hay cosas que había que pegarlas con pintura, y hay cosas que quedaban más redondas.

Así consultable solo anda la del ultimo año, puesta en este blog. Pero la tradición ya se remonta a varios años atrás y espero se mantenga durante algun año más. El ranking creo que es este:

2005 – Esta Noche Contigo
2004 – Más de cien mentiras
2003 – Aves de paso
2002 – Noches de Boda
2001 – Nos sobran los motivos

No os voy a tostonear con todas las versiones, no os preocupeis. Estamos hablando de un concierto de Joaquin Sabina, así que la letra que toca es de las suyas. De las que he nombrado, la del 2001 es a que más me animó a ripiar. Y versiones más o menos legales de ella han salido, porque aparte de los cambios que le propio Sabina le introduce, le escuché a Buenafuente parodiarle delante de sus narices con esta misma canción.
Ah!, y a mi al despedirme de mis compañeros de casa en Honduras-2003 también les dejé la version catracha, que empezaba así:


Esta La Vega La Vega que nos arrastra,
este “Mercado! , Mercado!” que nos llamó,
esta Port Royal fría, esta terraza,
las paradas en la plaza,
las maletas sin avión.


Y por fin, una de las buenas:


Esta sala de espera sin esperanza,
estas pilas de un timbre que se secó,
esta mala ventura,
esta contradanza,
este tráiler de mudanzas,
con los muebles del amor.
Esta campana herida en el campanario,
esta mitad partida por la mitad,
estos besos de Judas,
este calvario,
este look de presidiario,
esta cura de humildad.
Este cambio de acera de tus caderas,
este payaso que ya no hace reír,
este arrabal sin grillos en primavera,
ni espaldas con cremallera,
ni anillos de presumir.
Este dulce de leche contaminado,
este perro andaluz sin domesticar,
este orgullo de principe destronado,
esta esquina del pecado,
esta ruina de Don Juan.
No abuses de mi inspiración,
no acuses a mi corazóntan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolaciónde saber que estos son
los últimos versos que te escribo,
para decir “condios” a los dos
nos sobran los motivos.
Esta necesidad de necesitarte,
este llamarte sin quererte llamar,
este olvidarme del deber de olvidarte,
este lunes, este martes
y el miércoles que vendrá.
Esta lágrima de hombre de las cavernas,
esta horma del zapato de Barba Azul,
que poco rato dura la vida eterna
por el túnel de tus piernas
entre Córdoba y Maipú.
Esta guitarra húerfana y delirante,
con su terco knock knockin’ on heaven’s door,
estos dedos que dejan caer un guante,
delicado y transhumante,
a los pies de un trovador.
Este Land Rover aparcado en tu puerta,
la rueca de Penélope en el Luna Park,
este sueño que sueña que se despierta,
esta caracola muerta
sin la gramola del mar.
No abuses de mi inspiración,
no acuses a mi corazón
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolaciónde saber que estos son
los últimos versos que te escribo,
para decir “condios” a los dos
nos sobran los motivos.

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