Esa credibilidad se ha demostrado en goles desde el día que debutó, pero también en cómo se carga un equipo a las espaldas, tal como en su día nos acostumbraron gente como Francisco o Lardín. Y tal como escribimos en este blog, una de las bazas de esta final era encomendarse a Tamudo, y Tamudo no falló.
Tampoco fallaron otras encomendaciones del blog: Luis García, e incluso hasta Corominas nos escuchó y rememoró el espíritu de Sergio marcando cuando ya nadie apostaba por su puntería. Nos tuvo en vilo 10 segundos: “Vinga Coro, que avui et toca!!!” creo que berreé desde la segunda gradería mientras se acercaba a la maldición de sus tres palos.
El caso es que, de modo tan imprevisible como se había previsto, sólo se nos atragantó la Copa del Rey durante cinco minutos. Una salida a disfrutar de la fiesta de una Final de la Copa del Rey se convirtió en la cuarta Copa del Espanyol y la segunda que ven mis ojos.
No es necesario hablar del ambiente que se vive desde que sales con tu camiseta puesta. Te topas en Madrid con media familia perica, y contribuyes a esa pequeña gran conjura colectiva que conectó en la Castellana a la gente de sangre blanquiazul con la que iba dentro del autocar perico, ya conectada de por sí por culpa, entre otros, de un tal Zabaleta que se puso a cantar y animó todo el cotarro, quizás porque veia el título, o quizás contento de ser titular.
Dentro, ya no oyes nada que no sea de tu equipo. Tal vez eran más, pero ni les dio tiempo con el 1-0 de Raúl Tamudooooooooo, ni dejamos que se escucharan allá en el Gol Sur cuando hicieron el 1-1 o con el 2-1 aún amenazador. Sólo con el 3-1, en la que ya apareció algún preclaro SMSeando “Felicidades Campeones!”, el tema se veia en el saco.
Después, el triunfal final; eso sí, respeto al máximo para el rival, que quizás nos subestimó un poco, pero que nunca dejó de tratarnos con corrección.
En la crónica de la Copa del Rey anterior, dediqué la página a toda aquella gente que se acordó de los Casellas ese 27 de mayo del 2000. Este año, la cosa se puso más de manifiesto con la cantidad de SMS recibidos durante aquella noche del 12 de abril del 2006. Pero ahora que lo pienso, no sé si tenía móvil en tiempos del 2000 …Da igual, gracias a todos por vuestro recuerdo y por vuestro apoyo.
Esta Copa ha tenido muchas casualidades: Tamudo fundamental (¿Y cuando no?), el gol del que nunca lo mete, y toda una serie de “premoniciones coperas” que nunca te explicas pero que te dan vibraciones. No puedo olvidar el minuto 90 del Espanyol-Getafe cuando una falta hecha para la izquierda de Pernía se la dejaron a Vivar Dorado. Luego nos clavaron 5 en la liga, y Pernía un par. Me recuerda a lo de Balic con el Real Madrid.
Pero las más grandes coincidencias van de Bodas: dicho por lo de las coincidencias tipo Liverpool, que gana Champions cuando hay nuevo Papa, y aparte de la coincidencia de bodas en los dos títulos por parte de un futbolero de pro, se ha dado la casualidad que JUSTO el día de ambas finales, el que escribe estaba invitado a sendas bodas, a las cuales no asistió, y sí asistió a la final de Copa. No me seais malpensados que en ambas estaban bien aceptadas mis excusas…
Yo ya estoy mirando el calendario de la Federación Española de Futbol para ver que día del 2007 ponen la Final de la Copa de esa temporada. Nunca digas ...
1 comentario:
Enhorabuena a los campeones. Ahora bien, antes de mirar cuando es la final, quizás sería prudente consultar cuando empiezan las eliminatorias de Copa para los equipos de Segunda... just in case... Y es que nunca digas:-p...
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