Cuando Fuimos los mejores
Ha llovido mucho desde la primea vez que vi a Loquillo y los Trogloditas estrenando el Lp del Rompeolas en una Telecogresca de cuyo año no quiero acordarme. Aquella banda compuesta por uno del Clot que no nació en los USA y una panda de rockeros de la Plana de Vic se ha globalizado y hasta tienen uno de más allá de los Pirineos que incluso se anima a tirar las baquetas … De saberlo, Charlie se hubiera puesto más cerca.
Como revival y tras verlos de gorra en varias Fiestas del Pueblo de al lado, me sorprendió que ya deben ver pocos gatos en los callejones y quizás anden más de arte y ensayo. No parece apropiado aparecer en sus conciertos con la camiseta del Pajaro Loco cuando ellos aparecen americanados cuales consultores de multinacional con Papa Loquillo albergando a todos bajo sus anchas alas.
Y empiezan con canciones de este siglo: “Rock’n Roll actitud” “Arte y ensayo”, “Veteranos”. Interesantes homilías rockeras que el Loco cañea a base de malabarismos con el soporte del micro o con posturas de percha de más de metro noventa majestuosa ante los entusiastas de LH, “y de los de la ciudad de al lado: El Distrito Federal”. Aquí llega a decir terrenos anexionados y le cuelgo el poster al lado del de Michel Pineda y Tamudo. Entre perla y “perla", la frase de la noche fue aquella de: “Dicen que a los rockeros ya no nos escuchan por la radio. Siempre pueden venir a vernos en directo”.
Tardamos en ver y oir algo de lo que uno cantó en sus tiempos mozos a ritmo de garaje, pero la espera valió la pena y el tiempo que iba pasando nunca era tiempo perdido. Llegaron “Rock suave”, “Ritmo de Garaje”, “Todo el mundo ama a Isabel”… Y no pudo irse sin una terminación con clásicos en la que intercaló algún tema del Siglo XXI, con la trilogía de “Rompeolas”, “Rock and Roll Star” y “Cadillac Solitario”.
Loquillo compensa en revisiones de este tipo, y consiguió que me interesara por las canciones de este siglo, que tenía un poco dejadas de lado. Me tuvo entretenido con su puesta en escena y sus músicos consiguen que no eches mucho de menos a Tacker, Puigdomenech, Vila y Fecé, desaparecidos del grupo por circunstancias más o menos complicadas, a mi eso de ser casi todos de la Plana de Vic me tenía encantado. Y cómo no: nos hizo cantar, y nos hizo berrear el “Nenaaaaaaaaaaaaaa!!!” como tantas otras veces hicimos en sus conciertos, auricularizados, o solitarios por la nocturna Ronda con el RadioCasette del coche a volúmenes de detención Urbana. El que esté libre de pecado…
Como revival y tras verlos de gorra en varias Fiestas del Pueblo de al lado, me sorprendió que ya deben ver pocos gatos en los callejones y quizás anden más de arte y ensayo. No parece apropiado aparecer en sus conciertos con la camiseta del Pajaro Loco cuando ellos aparecen americanados cuales consultores de multinacional con Papa Loquillo albergando a todos bajo sus anchas alas.
Y empiezan con canciones de este siglo: “Rock’n Roll actitud” “Arte y ensayo”, “Veteranos”. Interesantes homilías rockeras que el Loco cañea a base de malabarismos con el soporte del micro o con posturas de percha de más de metro noventa majestuosa ante los entusiastas de LH, “y de los de la ciudad de al lado: El Distrito Federal”. Aquí llega a decir terrenos anexionados y le cuelgo el poster al lado del de Michel Pineda y Tamudo. Entre perla y “perla", la frase de la noche fue aquella de: “Dicen que a los rockeros ya no nos escuchan por la radio. Siempre pueden venir a vernos en directo”.
Tardamos en ver y oir algo de lo que uno cantó en sus tiempos mozos a ritmo de garaje, pero la espera valió la pena y el tiempo que iba pasando nunca era tiempo perdido. Llegaron “Rock suave”, “Ritmo de Garaje”, “Todo el mundo ama a Isabel”… Y no pudo irse sin una terminación con clásicos en la que intercaló algún tema del Siglo XXI, con la trilogía de “Rompeolas”, “Rock and Roll Star” y “Cadillac Solitario”.
Loquillo compensa en revisiones de este tipo, y consiguió que me interesara por las canciones de este siglo, que tenía un poco dejadas de lado. Me tuvo entretenido con su puesta en escena y sus músicos consiguen que no eches mucho de menos a Tacker, Puigdomenech, Vila y Fecé, desaparecidos del grupo por circunstancias más o menos complicadas, a mi eso de ser casi todos de la Plana de Vic me tenía encantado. Y cómo no: nos hizo cantar, y nos hizo berrear el “Nenaaaaaaaaaaaaaa!!!” como tantas otras veces hicimos en sus conciertos, auricularizados, o solitarios por la nocturna Ronda con el RadioCasette del coche a volúmenes de detención Urbana. El que esté libre de pecado…
"Como un tequila reposado
Sabor de veterano"
1 comentario:
Loquillo val la pena escoltar-lo en directe.
No em va decebre després d'haver-lo vist en temps passats i recentment al Fòrum.
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