No sé si el título del álbum lo ponen para los que no nos cansamos de ir a verlos. No sé que careta les va a servir para que sigan apareciendo por el pueblo de al lado. Pero supongo que si les echamos alguna que otra flor no las van a tirar aunque sean para eso.
Respecto al trío clásico del año pasado, el viernes ya aparecieron con toda la banda, y ese fue el primer choque de la noche para unas orejas aún cautivadas por un teclado, unas guitarras y la voz del último de los Urquijo. Ese shock de bajo y batería abrió el concierto, con temas del “Una y mil veces”, cuyos cortes fueron apareciendo bien encajados con el aluvión de clásicos que llevan siempre encima. No faltaron a su cita himnos como “Colgado”, “Déjame”, “Por el bulevar de los sueños rotos”, “Buena chica”, “A tu lado”. Tampoco faltaron rescates del siglo pasado como el “Nada”, “Otra tarde”, y sí que faltaron algunas canciones que todo el mundo (o tal vez sólo yo) esperaba escuchar: “Reina de corazones”, “La calle del olvido”, o esa “Volver a ser un niño” que, tal vez haciendo honor a su título, no viviremos nunca más en directo.
Entre los componentes, destacar “El club de la Comedia” que el bajo nos iba regalando, aunque en alguna ocasión no fuera seguido por sus compañeros. Ya se sabe que querer mover a Ramón Arroyo de su baldosa del escenario es tarea casi imposible. Pero despues sucedió lo imprevisto, y por arte de magia vimos que, al contrario del año pasado, fue capaz, primero de levantar una mano y saludar, moverse por el escenario y hacer unos pasos combinados con bajo y Urquijo. (“De pronto todo es tan sencillo”). Y cuando con los habituales bises terminaron, la demostración final fue participar en el vocal “Sobre un vidrio mojado” a más de 5 metros de su baldosa original, que nunca había sentido igual una derrota …
Personalmente, tengo claro lo que voy a ver y a experimentar con Los Secretos, las canciones que voy a cantar con ellos, las nostalgias que sus canciones muestran. Y también los veo como ese grupo que nos sigue acompañando año tras año, con sus sonrisas y con sus lágrimas a la espalda.
Gran plantilla de dinosaurios a revisar una y mil veces.
Su casa bordeando la autopista
hizo que ella creciera muy deprisa.
No quise conocerla de aquel modo,
si quieres comprar algo tengo todo.
hizo que ella creciera muy deprisa.
No quise conocerla de aquel modo,
si quieres comprar algo tengo todo.
Y pocas veces sonreía, pero con eso a mí me valía.
No quise acompañarla en aquel vuelo
porque apenas pisábamos el suelo,
y antes que nuestro tren descarrilara en marcha
me bajé sin decir nada.
porque apenas pisábamos el suelo,
y antes que nuestro tren descarrilara en marcha
me bajé sin decir nada.
En otro tiempo me gustaba cuando en su mismo barco viajaba,
yo viajaba.
yo viajaba.
La ví en un bar de aquellos que frecuenta,
estaba de negocios en la puerta
y comprendí que nada había cambiado,
ójala nunca la hubiera encontrado.
Te juro que era buena chica, aunque con poco apego a la vida
estaba de negocios en la puerta
y comprendí que nada había cambiado,
ójala nunca la hubiera encontrado.
Te juro que era buena chica, aunque con poco apego a la vida
1 comentario:
Los Secretos,
Palau de la Música Catalana
05 de maig de 2006
Álvaro Urquijo - vocal i guitarra
Jesús Redondo - piano
Ramón Arroyo - guitarres
Juanjo Ramos - baix
Santi Fernández - bateria
Los Secretos han tret recentment un nou treball sota el nom de "Una y mil veces" que va venir a ser presentat al Palau, encara massa verd per la majoria de l'audiència que es recollia en les butaques del recinte.
Venien a pèl, sense els coros de cordes que van fer quan tourinejaven el “Con cierto sentido”, amb la promoció que obliga a fer caures les noves cançons com bombes de fogueig en camps de terra fèrtil.
L'espectativa als nous temes va quedar diluïda amb certa indiferència, tret d'agún que arribava fàcilment, com Nada para ti i Nos vemos en abril, que obriren el concert entre aplaudiments que agraïren la presència dels músics de nou sobre el majestuós escenari.
L’obligat inici obrí pas a tres temes bregats com Sólo ha sido un sueño, Colgado, aquest darrer dels que un sempre espera ser complagut i Nada más, un clàssic. En aquest moment d’èxtasis els és fácil colar una del nou, Solo para ti, amb l’ovació fàcil del qui segueix el corrent enmig d’una onada humana en un estadi de futbol quan s’ho està passant d’allò més bé.
Álvaro ens va descubrir una mica del passat del baixista Juanjo en felicitar-lo per la seva inminent paternitat (no l’única en la sala, Papaíto Pere) en presentar Quiero beber hasta perder el control (Ai, papaíto Pere!!). Van continuar en una verió de gallina de piel en acústic del No digas que no, per donar pas al Ojos de gata, fauna de piel.
Álvaro interpretant No digas que no
Algú que s’havia oblidat que encara havien de seguir parlant del seu nou disc, s’atrevia amb peticions d’antics temes que van ser obviades en tocar el Háblame i Nos quisimos querer, quan Juanjo va engegar un Jesús y su acordeón, siempre quise decirlo , tot i que entremig van sorprende amb un Bailando en el desván.
Van continuar prodigant-se amb l’obligada del passat Y no amanece per continuar amb una obligada del present No está todo mal, que havien oblidat de tocar en els concerts que els precedien abans del Palau. Després l’enganxosa Cada vez que tu me miras fan arrancar unes unísones picades de mans a l’estribillo, per no parlar de la següent, el Déjame, on les picades de mans són a l’estribillo, a l’estrofa i al pont, per no parlar de les dues noietes que des del passadís gairebé salten a platea en ballar-la.
¡Déjame Juanjo!, al déjame
La resta dels presents no sabíem que la introducció com la guitarra parlante del Ramón Arroyo estava sent l’inici de l’interpretació de Buena chica, ecosistema de piel!!, cançó d’on les hi hagi, amb lletra dura i emotiva, que servia per donar pas a
Su casa bordeando la autopista,
hizo que ella creciera muy deprisaaaa...
la següent ,Te he echado de menos, que recordava el germà perdut per no poder haver baixat del tren en marxa a punt de desacarrilar.
L’última abans del bisos posa dempeus la sala, Por el bulevar de los sueños rotos, cançó que Urquijo va recordar que l’havia escrit Sabina l’any 93, el segle passat.
Tres passejant pel bulevard, Jesús s’asseu al piano i Santi baqueta en ma
El primer bis es va obrir amb la cançó que dóna nom a l’àlbum, Una y mil veces, però el clímax es va aqduirir amb Pero a tu lado seguida de Esta es otra tarde, quin parell! Es posa fi al primer bis.
El gran Ramón Arroyo, sempre impertèrrit.
-Porqué me dices que soy tan raro, que todo salga mal no es tan malo-
Lúltima compareixença a escena es va culminar amb un Agárrate a mi María i finalment, a capella tota la banda, Sobre un vidrio mojado.
Per sort Los Secretos no han canviat el seu modus operandi sobre escena ni la seva sintonia amb el públic i sempre tenen un record per l’Enrique, com aquell que sempre està amb deute amb algú. De pas, l’impertèrrit treu mostres que també és humà, el bateria Santi Fernández guanya pes però no perd ni un gram de pes específic quan toca, Juanjo serà papaíto amb “seny”, Jesús es manté excepcional al piano i Álvaro encara imprimeix l’empremta dels Urquijo en aquesta banda que ha sofert massa bufetades.
Carles
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