Hola mundo!!!
Acaba el mes primero de la pandemia, no por días de duración sino por mes de calendario. Empieza un abril que va a ser más de lo mismo, esperando que esa curva que miramos todos de reojo se vaya aplanando, y que después de Semana Santa la Pascua nos traiga mejor panorama.
Hoy he visto una previsión de @martinvars en la que se atreve a poner una teoría de fin de confinamiento sobre la mesa. 4-5 semanas para reabrir puertas de modo escalonado, eso sí, con especial atención para la gente mayor, la que realmente debe ser cuidada. Esa gente mayor gracias a la cual muchos tenemos alguna castaña fuera del fuego y que según otras culturas (o países) deben ser producto de la selección "natural". Debo buscarle un nombre a esa selección en la que puede que no miremos colores, orientaciones sexuales o tendencias futboleras, pero pasamos a hacer desigualdad por el tema de la edad.
Yo no soy (todavía y espero que nunca) de los confinados que se les ha acercado la enfermedad demasiado, ni de los que no resisten estar en casa. La experiencia de la soledad (supongo más ficticia que real) algunos años atrás cuando no era tiempo de ello no cabe duda que ahora tiene su rédito, como aquello de ser un corredor de fondo (no real) al que las largas marchas no son lo que más le asusta.
Pero no olvidemos a los que ya lo sufren y a los que viven más en la cornisa en estos días. Un recuerdo y un homenaje a ellos. Y un especial interés por ver cómo la gente se muestra en circunstancias difíciles. Espero sorpresas más agradables que desagradables, pero nunca digas que decía aquel...
Y en eso, este marzo ha permitido únicamente poner en marcha el hábito del ejercicio matinal, que esperemos no decaiga. Vamos a por abril a ver si cae alguno más. Y por lo demás, y más allá de las novedad de la nueva convivencia familiar de horas y horas, la entrada en casa de Prime Video es la otra novedad que uno no tenía tan presente como el teletrabajo el el Maestro en Casa, no muy llevado por mi parte pero que ahora se pone de manifiesto en muchos hogares. Y que no decaiga, que seguro que les irá mejor a nuestra prole.
Y no me lío más de momento, que uno es de aquellos que a pesar de confinamiento y tal nunca vivirá lo suficiente para hacer lo que quiere hacer, en este caso en mi casa con una conexión de bits hacia el mundo.
No Surrender!
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