Yo querría ser uno niños de esos, valiente en dar el paso y no esconderme en el grupo u no atreverme a contestar aunque me muera de ganas de echar una pachanga.
Yo soy un ejemplo claro de las amistades a través del fútbol. Muchos de mis mejores amigos vienen de eso, y los que no vienen de eso, pues siempre hemos acabado echando algún partido de futbol juntos.
Así que, cuando os inviten a jugar, no os quedéis sentados.
Se han acercado a un banco donde había un grupo de chavales y han dicho: "Necesitamos uno para jugar". Se han mirado los cinco, y uno se ha levantado. No se conocían. Ahora se conocen. pic.twitter.com/mmkfEoSYzs— jacinto ela eyene (@malabona) 8 de junio de 2018
Con la inocencia tan graciosa,
que cambia el nombre de las cosas,
con ese brillo que te quita el frío,
cuando las noches son lluviosas
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