Hay días que pasan tan rápido que no tienes oportunidad de pararte y ponerte a escribir. Y si encima estas en blanco pues aún peor.
Hoy poco que rascar. A nivel laboral, las persecuciones habituales, las clásicas coversaciones y los clásicos correos, el clásico excel y la estrujada de coco para ver cómo colaborar un poc más.
Y luego sales corriendo a recoger y dar soporte a la familia. Tratas de poner en timing a esa pequeñas que se te escapa con cualquier chiquillada propia de su edad y despues sales coriendo para ver si puedes darle cuatro patadas mal dadas a un balón. Y luego acabas, y te sientas a compartir uno de los momentos de la semana, sin pensar mucho más.
Y llegas a casa. A estas horas. Y como no ha sposido antes, te sientas con tu compromiso en este blog, que puede que alguien lea, o puede que no. Da igual. Muchas gracias a los que lo haceis (haré lo mismo con el vuestro si me lo indicais) y también a los que no, que tampoco hace falta que me tengaos que aguantar cada día. Y ahora a dormir, que mañana tienen que plasmarse nuevas aventuras que me encantaría exlicar por esta vía. #BonaNitATothom
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