Uno supongo que puede medir las estapas de su vida desde la noche de Reyes:
Empiezas con esa ilusión de niño, y que puede perdurar algunos años más según el apego tradicional y familiar en el que te halles inmerso.
Después, cuando te conviertes en actor más activo, sin nuevas generaciones siguientes, pero que buscas dejar ese sello y ese acierto que sea una mezcla de un "Qué cabrón" y un #MyHatsOffToYou
Con las nuevas generaciones, el factor "has acerrado" adquiere una nueva dimensión, al menos hasta que los niños sepan mentir, y aprecias claramente cuando el factor acierto encaja y cuando no.
En pareja, toda esa rutina de prrparación se altera en exceso, y cuesta integrarse en un modo en el que tus decisiones no llegan a la trascendencia que habian llegado a tener. Y de los horarios, no hablamos.
Y si la familia crece, olvidate de los puntoa anteriores. Acabas de ser engullido a una galaxia muy cercana.
Hago referencia a un post de unos años atrás y de una tradición que he perdido... Os podeis imaginar en quñe época estoy y en qué época se postéo este mensaje....
No hay comentarios:
Publicar un comentario