Uno nunca sabe cuando le pasan cosas ni como van a influir despues, en el más allá (de los años). Si alguien algun día me ha preguntado por un punto de inflexión sobre como iba y como hubiera acabado a como soy ahora, la respuesta siempre va a ser la de este TYA, y de vez en cuando me animo a incluir
otro TYA de los que he puesto en este largo blog.
Así que, tras otra
fiesta laboral inolvidable durante el mes de julio, el entonces cliente principal soltó un inesperado "
marxem tres setmanes de vacances, peti qui peti". Supongo que tras jornadas maratonianas explicadas en otro post, la cara que se me debió quedar relejaba una preplejidad de las que hacen época.
Ahí aparecen 2 personajes cercanos, uno diciendo que me vaya y otro diciendome que me viniera. Y en medio de esa combinación, uno que se metería en el mismo infierno por salir de allí, sabiendo que el infierno donde me iban a meter esos cercanos no sería peor que el del horario discoteca.
Si no fuera por la catracha que me metió en este fregoncio, y que
TYA ya tuvo su merecido en la red,.lo mío con Honduras se hubiera quedado en los mundiales de España, Gilberto Yearwood y
Federico Trillo. Pero la realidad fue otra, y convencido para cumplir con una semipromesa de visita y un conocimiento de un nuevo país del otro lado del charco, acabé embaucado por el que me dijo que me largara de meterme en un viaje corto pero intenso, y a la larga desconectador.
Alegrías o penas que diera aparte, uno se las dio de experto en eso de Miami por
haber cruzado el charco por vez primera el año pasado, y acabó sin la maleta, que había llenado de regalos y, para que no negarlo, de demasiadas pijerías para ir a un país como Honduras. Nunca más supe de ella.
Pero no podemos empañar esa maravillosa experiencia con la pérdida material de 4 zarandajas que no eché de menos en ningun momento, aunque me supo mal por todos los regalos deportivos que llevaba dentro para la gente del país, material del Espanyol y del Barça (supongo que por esto me desapareció la maleta...): una anfitriona de lujo, que me buscó una compañera de viaje excepcional y que lograron una desconexión casi total del mundo de agobio del que venía.
No puedo incluir en este post de homenaje todas las impresiones que te puedes llevar del conocimiento de ese país, estupendamente complementados con la visita del 2003, en la que ya se fraguó un proyecto grande y que todavía perdura:
Catratxhos.
Tampoco puedo incluir las innumerables anecdotas o aventuras que me llevé de mi primera visita a tierras hodureñas, pero bueno es apuntar un pequeño esbozo de ellas por si alguna vez se olvidan. Si las quereis escuchar, eso vale una Corona o un JC.
- Por un puñado de lempiras
- Gran Hermana
- Stop on the road
- La Oreja en el más allá
- Sueños profesionales
- Un tal Padre Patricio
- Faemina y Cansado (months later)
- El Espiritu catratcho (TYA & forever more): Esta sí merece explicación: Supongo que todos sabeis el chiste de la hiena, que uno no entiende porque siempre está riendo cuando es capaz de sólo beber una vez al día, sólo comer una vez a la semana, y solo aparearse una vez al año, Pues aquí va una versión. Sirva solo de referencia para no olvidar ese espíritu que allí detecté, que representa la felicidad en la sencillez de la vida, disfrutando de lo que tienen y del momento que viven, sin pensar demasiado en el futuro que ñes pueda venir y que saben que será duro, pero lo lucharan como hacen día a día... Recuerdo perfectamente el autobus con el que volví de Copán en el que me vino el lema del Espíritu Catracho.
Y ahora Ten Years After, este post se publica tarde, porque hace 10 años no estaba en Honduras, aunque sí lo estaba cuando lo he escrito. Había ya regresado con un poco de ese espíritu catracho que me impregnaron en Honduras, y que ahora recuerdo y publico a modo de homenaje a la culpable de este post, que por estas fechas, y también con algo de retraso, celebra sus primeros 40 años. En el día de su celebración de 40:
