11 noviembre 2008

Camino


Por una parte me pudo la curiosidad y contrastar qué ve medio mundo del otro medio. Por otro tenía claro que lo que iba a ver podría ser como jugar un partido en campo contrario. Pero eso da igual, que los campos contrarios no siempre son complicados y suelen motivar más.

También es una película casi por alusiones, porque aunque no igual, uno ha paseado por algunos de los escenarios de la película, que también me tomo como basada en un hecho real, y por ello no interpreto que lo que presenta sea la realidad.

En fin, a partir de ahí lo que veo sobre el "lado oscuro" son personajes extremos, en caricatura, con trazos que te pueden rememorar realidades, pero nunca, al menos en mi caso, realidades que haya vivido en negativo.

La película es dura, te golpea, juega demasiado con los dobles significados, lo que la termina increbilizando. Si no crees en el "lado oscuro", no hace falta extremizar para tratar de dejarla en evidencia, como aquellos que comentan la realidad solo escuchando la SER o solo escuchando la COPE.

Buen trabajo de los actores, caricaturizados a veces por cuestiones del guion más que de la realidad, y buen esfuerzo del director por la polisemización (tendiendo al extremo) de "la obra", ya sea de Dios o de teatro. Y aún manteniendo activado el modo película, esa moraleja que dice: Si Jesús te ayuda a sobrellevar los malos trances, bienvenido sea siempre. Eso sí, que cada cual escoja al suyo: en mayúsculas, en minúsculas, en negrita, en cursiva, entre comillas...

1 comentario:

Atticus dijo...

No he visto esta película y, sabiendo de qué va el tema, mucho me temo que no iré a verla (veo pocas pelis al mes... y paso de sufrir). Además, por lo que me han (y has) contado, Fresser da una visión extrema sobre un grupo extremo de gente; dos motivos más para no ir a verla.