Una familia se fue a ver las Carreras de piedras (eso no lo he visto!! pero es queda muy lejos y poco accesible a las rutas habituales) en la zona del RaceTrack y se les estropeó el coche... 18 millas andando un padre y sus tres hijos de 16, 9 y 7 años. Andaron de noche, a la vera de bichos pequeños y grandes. No llegaron hasta donde pretendían, pero sí llegó un coche que se dirigía al RaceTrack...
Toda una emotiva aventura de una familia que nunca olvidará Death Valley ni a esa familia de Texas que los recogió. La historia la podeis leer en el desertblog, donde van apareciendo historias de Death Valley y otros encantadores y desérticos lugares.
De entrada, me apunto ese Racetrack para mi próxima visita. Y pongo una foto de lo que allí uno se puede encontrar.
Referencia de la historia:
Azusa family survives breakdown in Death Valley By desertblog
Y ya puestos referencia de la foto. Esto es América!!!
And the beat goes on ...
Una nueva historia de coches estropeados y caminatas de millas a lo largo del parque. Esta vez la historia la vive una familia coreana. Parece ser que la zona RaceTrack es muy propensa a estas aventuras....
Entre las suertes, el que se pudieran guarecer del calor y que apareciera una moto que recogiera a la intrépida joven que se lanzó a la aventura.
Entre las desgracias, las leyendas ciertas o falsas que se van creando al respecto.
1 comentario:
"...eso no hace gracia, tan solo denota estupidez..." ja ho deia John Keating al Dead poets society, i en qüestió de morts, al Death Valley no se'n poden cometre d'estupideses...i no parlo de la familia, sinó d'un servidor esprintant a 47ºC cap el Lower Point.
Think before, Charlie!
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