06 julio 2011

Comentario de Texto - El culebrón perico

Pilar Rahola (La Vanguardia)

¿Quién se reconocería en las expresiones que dice en el campo o viendo a su equipo en el sofá de casa? 

Yo, jucasel, delante de una cámara que me hace un reportaje, me reconozco. Tú, Pilar, que tanto sales por la tele, igual no.

No hay nada peor que trasladar el lenguaje deportivo al ámbito general. Si todo aquello que decimos cuando estamos en trance pasional, con el cerebro conectado a las emociones estomacales de nuestro club de los amores, se convirtiera en motivo de debate, nadie sobreviviría a ese implacable y distorsionado microscopio. Lo bueno de ser forofo de un club es que permite dar rienda suelta al cerebro reptiliano, ese que no está depurado por las convenciones sociales.

A partir de ahora, voy a cagarme en la madre de XX YYYYYY justo en un Espanyol - Barça, delante suyo, y le diré "Eps!, això és tranç passional!"

No es bueno dar rienda suelta al cerebro reptiliano, por ejemplo si hay niños delante, o tienes un amigo (o bessona) delante que puede ofenderse con tus comentarios. Conozco a muchos forofos que saben matener la compostura cuando hay que mantenerla por educación, o simplemente por ¿amistad?

Con el fútbol gritamos, gesticulamos, nos cargamos el diccionario de la corrección y, por el camino del éxtasis retornamos a la condición primitiva. Si todo ello se hace sin violencia, con el único objetivo de gozar de una pasión deportiva, resulta un auténtico espectáculo de humanidad. Somos también las pasiones que vivimos.

Define violencia. ¿Sólo física?
Define gozar de una pasión deportiva. ¿Y la libertad de los demás?

Aún así, es emoción futbolística, y las reglas de juego que la rigen no sirven en la vida real. ¿Quién se reconocería en las expresiones que dice en el campo o viendo a su equipo en el sofá de casa? Sin embargo todo ello se expande hasta explotar cuando la intimidad de un comentario deportivo se convierte en el feo público de un político en activo. Es como si abriéramos la caja de Pandora: los demonios se desatan, las lenguas viperinas se descontrolan y el político de turno se ve obligado a pedir perdón en posición crucifijo y en la plaza pública.

Define intimidad. ¿Con una cámara delante? Y de paso se lo preguntas al que montó el reportaje si era un reportaje en la intimidad. Aduaneros sin fronteras que diría Aracadi.

Y no pasa nada porque un político de turno pida perdón. ¿Tanto os cuesta? Supongo que estais poco acostumbrados.

Es lo que ha hecho Xavier Trias, que ya va por el perdón número cincuenta. ¡Quizás debería parar! ¿Y por qué? ¿Por qué se ha visto obligado a rasgarse en canal, expresar su amor cósmico a un club rival del Barça y escribir en la pizarra cien veces “nunca más lo diré”? Por haber dicho algo tan normal como que no le gustaría nada tener un yerno del Espanyol. ¡Uauh! Las furias cabalgan por las tierras catalanas señalando su desliz. ¿Cómo se ha atrevido? Pues bien, se ha atrevido porque en una conversación privada sobre fútbol, yendo hacia el Barça, el culé Trias ha dicho lo que diría cualquiera de cualquier club, que… qué mal rollo si el yerno sale del club contrario. ¿Hay un solo forofo del Espanyol que no diría lo mismo de un yerno del Barça? ¿Hay uno solo del Madrid?

Contexto, Sra. Pilar, contexto. ¿De que va el reportaje? Creo de un alcalde de Barcelona, no del Barcelona: un personaje público para su suerte o desgracia. ¿Se graba con consentiemiento y se emite una conversación que le llama usted privada?. Puede pensarlo, pero no decirlo en público cuando hace de alcalde, y en ese reportaje, quiera o no lo hace. Sí puede decirlo en la intimidad, sin cámaras y yendo al campo del Barça a la localidad que él mismo se pague.

Por supuesto, si luego ocurre y el yerno perico aparece, Trias lo acogerá, lo cuidará y lo querrá como cualquiera, porque el lenguaje de la vida es mucho más depurado y serio que el lenguaje deportivo.

"Tu padre no lo dice no, pero me mira mal"

Pongamos, pues, las cosas en su sitio. Sin embargo, como vivimos en el Gran Hermano y lo dicho en privado se convierte en juicio público, y como además, en este caso, se trata del mundo perico, que tiene la piel muy fina –quizás ya sería hora de que abandonara el victimismo–, lo que era una pequeña llama íntima y despreocupada se convierte en un desproporcionado incendio.

Supongo que la señora, de tanta tele que chupa, se cree que lo que le cuenta al Cuní es en privado. Y cuando hable de piel fina, que hag un ejercicio muy sencillo, con Gallardón y un yerno del Barça, a ver quien tiene la piel fina.

Sólo faltaba un presidente perico saliente con gusto por la pirotecnia… Al final, todo es excesivo y esperpéntico. Y lo que es peor, todo es muy ridículo.


Al final, tampoco es que ese alcalde culé me represente ni que esta letrada pasional, que en este último pàrrafo parece que se esté viendo por la tele, me afecte en exceso. Es reconocida mi poca avenencia con ella desde sus inicios en la no intimidad, pero como siempre tenemos a muchos cules con tópicos y argumentos que ofenden a las piles finas, este blog se pone a disposición de los pieles finas, AKA desgraciats en la ciudad de Barcelona. Si no voy equivocado, nuestra alcaldesa ya se cuidará prou de decir algo semejante....


PD: Un video interesante de la escritora...

2 comentarios:

Dani dijo...

Rao tu tens

Ernesto Frattarola dijo...

Uau, un (una) culé acusando a otros de victimismo. Los pájaros disparando a las escopetas...