14 julio 2006

Tequila, Patrimonio Mundial

Si bien llevamos celebrando un par o tres de años la festividad de San José Cuervo de modo altruista no oficial en uno de sus cuarteles generales en Barcelona, ahora habrá que oficializar de alguna manera el nuevo status de la localidad de Tequila, el estado de Jalisco y sus terrenos anexionados.

Uno tuvo la suerte de estar por allí hace dos años (recuperaré el post, perdido de la red por esos obligados cambios de proveedor), y uno de sus objetivos era conocer este futuro Patrimonio Mundial. No sabía de esas intenciones: de saberlas, hubiera inundado la UNESCO de peticiones al respecto.

Sea como fuere, mi enhorabuena a los de allí, y a los de aquí, que chupito a chupito hemos colaborado a esta gran noticia.


En la página web de la UNESCO han publicado esta reseña informativa deeste nuevo Patrimonio Mundial.

Paisaje del Agave y antiguas instalaciones industriales de Tequila (México) - Este sitio, situado entre las estribaciones del volcán de Tequila y el profundo valle del Río Grande, se extiende por una superficie de 34.658 hectáreas y forma parte de un vasto paisaje formado por cultivos de agave azul, una planta que se viene usando desde el siglo XVI para elaborar la tequila y, desde hace 2.000 años por lo menos, para producir bebidas fermentadas y confeccionar ropa gracias a sus fibras textiles. Dentro de esta zona paisajística están en actividad las destilerías de tequila que son un exponente del aumento del consumo de esta bebida alcohólica a lo largo de los siglos XIX y XX. Hoy en día, el cultivo del agave se considera parte integrante de la identidad nacional mexicana. El sitio comprende el paisaje formado por los campos donde se cultiva actualmente el agave azul y los asentamientos urbanos de Tequila, Arenal y Amatitlán con grandes destilerías en las que se fermenta la piña de la planta para fabricar el alcohol. El sitio inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial comprende, además de los campos, las destilerías y factorías –en actividad o no–, las tabernas (destilerías clandestinas en tiempo de la administración colonial española), las aglomeraciones urbanas y los vestigios arqueológicos de Teuchitlán. Dentro del perímetro del sitio hay numerosas haciendas que, en algunos casos, datan del siglo XVIII. El estilo arquitectónico de las factorías y haciendas se caracteriza por el uso del ladrillo y el adobe y la presencia de muros encalados con tonos ocre, arcos de piedra y piedras angulares con una ornamentación tradicional, neoclásica o barroca. El sitio es un testimonio de la fusión de las tradiciones prehispánicas de fermentación del jugo de mezcal con los procedimientos de destilación europeos, y de las técnicas locales con las importadas del Viejo Continente y los Estados Unidos. El sitio comprende también zonas de vestigios arqueológicos de cultivos en terrazas, viviendas, templos, túmulos ceremoniales y terrenos de juego de pelota que constituyen un testimonio de la cultura de Teuchitlán, predominante en la región de Tequila desde al año 200 hasta el 900 a.C.


2 comentarios:

Ernesto Frattarola dijo...

Por fin se ha hecho justicia. Si ahí se puede beber todo el tequila que quieras, y encima hay "terrenos de juego de pelota", ¿a qué estaban esperando? :-p

Atticus dijo...

Ahí me has emocionado, Jucasel.