Lo de twocats tiene mucho de personal, por la cantidad y calidad de gente allí conocida, desde la primera a la última. Es por esa gente que se les sigue con mayor frecuencia de la habitual de un aficionado al gospel. Y es por esa gente por la que, estoy seguro, un buen porcentaje de los asistentes al Palau van a ver a Rosana. La Peña M tampoca faltará a la cita. No sabemos si estaremos entrando a mano izquierda, lo que es seguro es que estaremos arriba a lo lejos, lo habitual en muchos de sus conciertos en iglesias, en plazas, participando en campañas benéficas, solidarias.
Es un paso adelante que les puede dar más fama y éxito, pero como dice uno de mis refranes favoritos "Mira a dónde vas, pero no te olvides de dónde vienes".
El joven aprendiz de pintor que ayer mismo
Juraba que mis cuadros eran su catecismo
Hoy, como ve que el público empieza a hacerme caso,
Ya no dice que pinto tan bien como Picaso.
En cambio la vecina que jamás saludaba
Cada vez que el azar o el ascensor nos juntaba
Vino ayer a decirme que mi última novela
La excita más que todo Camilo José Cela.
¿Y qué decir del manager audaz y decidido
que no me recibió, que siempre estaba reunido?
Hoy, moviendo la cola, se acercó como un perro
A pedir que le diéramos vela en este entierro
1 comentario:
Como Twocat, agradezco un montón esta entrada de tu blog, jucasel. Espero que los conciertos estén bien (dicen que esta muchacha es una bomba en directo), aunque es prácticamente seguro que nosotros no los veremos. A mí me parece que Rosana tiene cosas muy buenas (el "Dime", sin ir más lejos), mezcladas con otras más flojitas. Pero vaya, entre la entidad del personaje y la importancia del recinto, estamos muy emocionados.
Con respecto a lo de no perder de vista los orígenes, es cierto, hay que ir con cuidado, y espero que no nos ocurra nunca. De hecho, soy bastante optimista en este sentido: justo al acabar la "movida" que tenemos en Berlín, comentábamos con Sonia (la dire) y algunos otros miembros del coro las ganas que teníamos de volver a cantar en alguna parroquia, después de todos los acontecimientos seguidos, y los que venían (Berlín, Luz de Gas, Rosana). Creo que es ahí donde nos encontramos más cómodos, más sueltos, donde más claramente se ve lo bien que lo pasamos; y, en consecuencia, donde mejor conectamos con la gente.
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