No elegimos los mejores días para visitar esta maravilla de California. Un fin de semana con un lunes de fiesta, pues no van a ser los americanos los más originales del planeta en esto, así que, como todo hijo de vecino, pues vamonos de puente!!!
La cosa prometía cuando ya teníamos cola para entrar. Después, dejar el coche, y con el autocar del Parque nos vamos hacia el Mariposa Grove, un paraje lleno de sequoias gigantes, donde a base de caminata monte arriba y monte abajo encontramos arbolitos de todas las formas y gustos, que terminaron de complementar nuestra visita al
National Park del día anterior. Uno de esos árboles fue muy famoso, y es digno de ver aunque ahora está caído, porque por su tronco era capaz de pasar un automòvil. Lo que no puede mi memoria ahora mismo es recordar su nombre.
Después de la excursión a pie, una en coche hacia el Glacier Point, desde se divisa uno de los mejores paisajes de California, aquella California ni de playa ni de Beach Boys. Una espectacular (cuántas veces habré sicho espectacular en estos post del viaje?) panorámica de Yosemite Valley, El Capitan, y resto de montañas y visiones de esa parte del National Park.
Luego ya bajas hacia el valle e intentas, iluso de ti, encontrar alojamiento para ese sábado dentro de Yosemite. Como no fue posible fue cuestión de ir bajando a la caza de alojamiento millas abajo. Al final, un chino, que nos engaño como su nombre indica, tenía habitaciones libres, y nos sirvió para lo justo: dormir. Porque lo de cenar tampoco fue posible salvo las 4 galletas que nos quedaron por ahí...
Pero como en todo el viaje, todos los contratiempos se ven compensados en seguida: Un Hotel de los que estaban llenos camino del parque ofrecía un desayuno Buffet, con el que nos vengamos de la afenta del día anterior, y seguimos ruta por Yosemite. Esta nos llevo a cruzar el Parque por la Tioga Road hasta llegar al Tioga Pass. Esa carretera y ese paso son de lo mas ¿espectacular? que te puedas tirar a la cara. Ninguna foto te lo va a enseñar.
Esa excursión alternando lagos, paseos, fotos es también indispensable. Paraísos para caminantes, montañeros, escaladores. Todo en un entorno de gris de roca, azul de cielo y lagos, y verde de bosque y prados. Eso sí, solo en verano parece possible pasear por esa carretera y cruzar ese paso, que en condiciones adversas seguramente es de lo más infranqueable. Y entonces el único color que ves es el blanco.
Como siempre, no caben todas las fotos que tenemos grabadas en nuestro cerebro, ni vale la pena poner todas las que hicimos. Como siempre, hay que ir a verlo si teneis oportunidad.