
Pues el nombre ya lo dice todo, llegas a ese lugar a través de los famosos bosques de Oregon, interminables carreteras rodeadas por todos lados por árboles y más árboles. Despues, una subida que te deja en lo que fue el cráter de un volcán y que la naturaleza decidió llenar de agua clara y cristalina. Debió pensar que si queríamos actividad volcánica ya había parques cerca con volcán y azufres...
Las vistas son espectaculares, lo mires desde donde lo mires. También hicimos la clásica excursión a pie que nos bajo hasta su orilla, siempre bien acompañados con ardillas que no se asustan de nada que tenga dos piernas.

Y también visitamos zonas bastantes alejadas del cráter en las que había aparecido respiraderos del volcán.

Y nada más gente!! Id a verlo!!!
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