Ni son horas de apuestas ni de compromisos. Solo de buenos deseos para todos.
Son momentos de cansancio, pero vale la pena dejar escrito de que son "HappyMoments", de esos que un buen guionista hasta podría sacar una películoa con las historia de todos y cada uno de los que nos vamos juntando en al Collins año tras año. Una tradición que durará lo que dure, pero por la que merece la pena hacer una intempestiva de aquellas para las que cada vez te sobra más edad.
Anyway, feliz de ver a los de siempre: esos que a veces ves cada semana, y a veces de año en año.
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