Y es que tras superar lo del 2010, en el que salia cojeando del coche antes de empezar a correr, este año, más justo de fuerzas por la falta de temporada y el año de más, también íbamos a sufrir de aquellos incidentes que no se me han dado ( y espero que no se me den) en otras carreras, porque amagos de lesión muchos, pero una de (más o menos) real en carrera, nunca.
Y fue entre el kilómetro 7 y 8, en una de las zonas más complicadas, subiendo la zona industrial a ritmo de "sufre que el resto es blando y podemos apretar para bajar de 50`", cuando el gemelo izquierdo o algo de por allí dijo zas! y pegó un tajo de aquellos que no te paran de golpe, pero te dicen que eso de correr lo vas a hacer de otra forma hasta el final, si no quieres el parón definitivo.
Así que dejamos de forzar la subida con la izquierda y a castigar el espolón, cargando despues contra la planta del pie en DEFCON 2. Mi compi ileso me acompaña hasta la última bajado, y yo dejo que los sprinters finales me pasen esperando que mi ocasión para hacer lo mismo vuelva le temporada que viene.
Y como final, concienciarme que esta lesión nos hace duda para La Maquinista, la última de la temporada si no es que ya lo ha sido ésta.
Pero el año que viene volvemos JP! Que la cena y la compañía posterior lo merece y compensa!
2 comentarios:
Claro, si es que corres como un velocista... :-p. A recuperarse pronto y bien.
El gemelo esta desgemelizado, ¿quién lo gemelizará? El gemelizador que lo gemelenice, buen gemelizador será.
Ánimo, muchas cursas que correr, muchas zancadas todavía por dar.
Juanan
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