01 noviembre 2010

Comentario de texto - Benedicto XVI en Barcelona

Vuelvo a este apartado del blog para plasmar una de tantas visiones de la próxima estancia de Benedicto XVI en Barcelona. Me cansa que solo se comente lo que cuesta, los problemas de tráfico y molestias que va a representar, y no se busque todo el beneficio que pueda originar. Encuentro acertado y comparto el siguiente editorial de La Vanguardia.

La semana próxima llega Benedicto XVI a Barcelona. Su estancia entre nosotros será corta pero intensa. El motivo principal de su visita es la consagración del templo de la Sagrada Família, en cuyo imponente interior tendrá lugar una misa que será retransmitida a todo el mundo, lo que permitirá dar a conocer un espacio nuevo, verdaderamente impresionante. Evaluando dicho espacio, algunos expertos, antaño displicentes, no dudan en calificarlo de uno de los más sugestivos de la celebrada modernidad arquitectónica barcelonesa. La presencia de Benedicto XVI en la Sagrada Família tendrá como consecuencia directa el reforzamiento de la ya muy aplaudida obra de Gaudí. Para el turismo cultural de la ciudad y para la proyección mundial de la cultura barcelonesa y catalana, la visita papal va a tener beneficios incalculables. Tales beneficios justificarían de sobra el gasto público y las incomodidades que sufrirán los ciudadanos afectados. Pero es que, según explica ahora el Ayuntamiento, la visita del Papa generará en Barcelona un impacto económico de 29,8 millones de euros, cifra infinitamente superior a los costes.

Ya se me ocurre la primera por el tema turístico: ¿No quieren hacer de Barcelona un punto turístico de referencia?. Una magna ciudad donde todas las culturas son bien acogidas: incluso la católica. Pero qué es lo primero que se oye sobre la visita del Papa el próximo domingo?

Si el Ayuntamiento hubiera dado a conocer estas cifras con anterioridad, seguramente no se habría producido la polémica, de baja intensidad, sobre los costes del viaje. Algunas de las críticas a la presencia del Papa en Barcelona le describen como un inquisidor antimoderno. La repetición de estos tópicos despreciativos en los medios de comunicación públicos - sufragados por todos los ciudadanos- no es un dato menor, ni banal, que invitará a seguir reflexionando sobre el particular desde el más escrupuloso respeto a la libertad de expresión. Nada eclipsa, sin embargo, la respetuosa bienvenida de las instituciones catalanas. Y sería un gesto inteligente por parte del presidente del Gobierno su asistencia el domingo a la ceremonia de dedicación de la Sagrada Família, símbolo internacional de la cultura catalana, de la Barcelona cosmopolita y de una España hoy obligada a trabajar duro por su buen nombre en el mundo. El sentido laico del Estado no está reñido con la gentileza, la inteligencia política y una noción nítida de los intereses generales. Cuando en el 2003 se trataba de defender sus ideales pacifistas, José Luis Rodríguez Zapatero no dudó en asistir a una misa del papa Juan Pablo II en Madrid.

Puestos a dogmatizar, si me dejaran añadir el octavo pecado capital pondría le siguiente: El Topicazo!!. No consigo entender esas críticas, desde el punto de vista de gente que parece que lo de escupir hacia arriba (nunca mejor empleado) acaba con el cielo lleno de escupitajos y no con alguno encima tuyo. Si la frase "El sentido laico del Estado no está reñido con la gentileza, la inteligencia política y una noción nítida de los intereses generales" no está en los manuales de política de las Universidades, propongo se introduzca.

La figura de Benedicto XVI no cesa de suscitar atención en todo el mundo. Ratzinger es el intelectual que con mayor énfasis y capacidad de influencia discute los valores relativistas dominantes en la cultura occidental. Defensor de los valores humanos en un mundo tiranizado por lo económico, describe el mensaje cristiano como una síntesis entre fe y razón, en abierto contraste con los fanatismos de tipo irracional y agresivo. Defensor de la paz, propone a Europa la asunción de su milenaria tradición cristiana para dialogar con el resto de las culturas del mundo. Ya en su época de cardenal, Ratzinger encabezó la cruzada depurativa en el interior de la Iglesia para extirpar la lacra de la pederastia, que atañe a una minoría de clérigos. No es extraño que sus discursos sean escuchados con interés por intelectuales y dirigentes laicos. Así pasó en su reciente y difícil viaje a Gran Bretaña, precedido por una reticente campaña crítica. Gracias a su altura intelectual y a su autoridad moral, el Papa transformó aquella reticencia en interés. Barcelona le acogerá con cariño y cortesía. Y le escuchará con atención.

 A pesar de que como a tantos otros, mucha gente solo conozca a Ratzinger por el Polonia, este intelectual es como poco lo suficientemente inteligente para aplicar racionalidad a todo lo que diga y haga. Solo es cuestión de hacer un ejercicio complicado, pero que si nos aplicamos lo podemos conseguir: escuchar o leer y reflexionar sobre lo que se ha escuchado o leído. Creo que en este último caso, si despues escribes tus reflexuiones, le llaman Comentario de Texto.

De La Vanguardia del 31 de Octubre de 2010

Termino con 2 anecdotillas:

1.- Llegué tarde, pero quise apuntarme de voluntario para lo que pudiera ayudar en esta visita. Todo por reducir el coste que puede suponer para la ciudad de al lado.
2.- No os lo han dicho, pero el hecho que pongan el Espanyol - Málaga a las 22:00 del próximo sábado es petición expresa del Vaticano. Y es que despues del viaje desde Santiago, excepcional punto referente por estos lares, nada mejor que otra buena referencia futbolística del territorio que viene a visitar... El Vaticano dice que no a venir al palco, para que no hubiera enfrentamientos y agravios comparativos con el resto de equipos del territorio.

3 comentarios:

JuanAntonio dijo...

Valiente y sensata entrada.
Por cierto...
¿no tendrás alguna entrada
de sobras?

Atticus dijo...

No creo ser sospechoso de ser amigo de ZP pero, en esta ocasión, fue coherente e hizo bien no yendo, teniendo en cuenta que el Papa no venía como jefe de Estado. Buena parte de quienes le critican por no ir le hubieran acusado de hipócrita si efectivamente hubiera asistido. ZP puede ser un fantoche, un pelele,... lo que uno quiera, pero no creo que haya que caer en la crítica gratuita (él solito se basta!!!). Eso sí, no hacía falta irse a Afganistán para justificarse.
Por otro lado, la iglesia católica debería replantearse muchas cuestiones si, efectivamente, lo que persigue es ser el estandarte de los valores cristianos. A modo de ejemplo, y por más que La Vanguardia (¿a qué partido apoya?... y vienen elecciones en noviembre) trate de poner a Ratzinger como el defensor de los niños, la (lentísima y ambigua en sus principios) reacción de la iglesia católica frente a los escándalos de pederastia ha sido imperdonable.
PD: Me parece irresponsable comparar el laicismo actual con la situación de España en los años 30. En primer lugar, porque no tiene nada que ver aquella situación con la actual. Y en segundo lugar, porque si bien se cometieron barbaridades contra cristianos durante esos años, también es cierto que la iglesia, a continuación, dio su beneplácito a un régimen que no fue, precisamente, defensor ni de los derechos humanos ni, tampoco, de los valores cristianos.

Anónimo dijo...

Comentario a la anecdotilla 2 :

"YA!"
Por lo pronto...viste de blanco!
:P

gLòRiA ;)