Extraído de un artículo de opinión de Rogelio Roman en El Mundo Deportivo
Cabreados, indignados, cargados con mil razones por supuesto que pueden estar los socios y seguidores pericos. Sobre todo porque a nadie le gusta acabar la carrera a lomos de caballo perdedor cuando se empieza en los de cabeza. Pero lo que no es de recibo es bajarse del caballo antes de llegar a la meta. Sobre todo porque nadie lo hizo al empezar la carrera. Al contrario, se dejaron regalar los oidos por los elogios. Sacaron pecho. Presumieron de equipo europeo. ¿Convocó alguien por móvil a los 25.000 de Glasgow? ¿Dónde están ahora aquellos, incluso los que no pagaron los aviones? A quienes piensan abandonar mañana, recordarles que hace solo un año soñaban en Escocia. ¿Pero no se han enterado que son pericos?
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