
En mis tiempos (futboleros), esto quedaba en el campo y tal vez en algún que otro intercambio dialécttico en encuentros posteriores. Estoy hablando de deporte escolar. Cuando trascendía a federado, las cosas llegaban un poco más lejos. Y también lo lejos que llegabas se iba incrementando con la edad. Pero antes no había redes sociales, esa cosa que tiene efecto amplificador para bien y para mal. Y en este caso ha sido para mal. Los métodos cambian, las intenciones permanecen.
Ojalá cundiera el ejemplo, y se contagiara a jugadores, padres, etc. Denuncierlo desde dentro, sin excusarlo.
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