01 septiembre 2012

Japón 2012 - Día 3

Hoy, por circunstancias de ocupación de trenes, la salida la hemos cambiado, y nos hemos ido a Kamakura, un poco más allá de Yokohama. Rápidamente comentar que el primer y principal fallo ha sido dejarnos el bañador en el hotel. Lo hemos echado de menos a las dos de la tarde mientras recogía arena para mi colección.
Un metro y un cercanías nos han dejado en poco más de una hora delante de la estación. En ella, nos detectan como guiris (olé sus habilidades) y se nos acerca una japonesa que se ofrece a ser nuestra gu&amp;#237;a tur&amp;#237;stica. Como ha vivido en Barcelona, no duda en decirnos primero que es gratis... Por supuesto, habla un castellano estupendo.&lt;/p&gt;<mp;lt;p&gt;Bajo un sol justiciero subimos al primer templo, el de Hachinangu, donde nuestra gu&amp;#237;a nos confirma muchos de los detalles a realizar o a respetar. Tambi&amp;#233;n quienes eran los personajes relacionados en cada templo y histor&amp;#237;a y costumbres generales del pa&amp;#237;s.&lt;/p&gt;<br>


El segundo, el del Gran Buda, que como su nombre indica, destaca por sus metros y metros de estatua de bronce. Un tsunami de la época de Colón lo dejó al descubierto, y realmente queda impresionante al aire libre. Así nos despedimos de nuestra cicerone y nos dirigimos al tercero de la tarde, mucho más zen, pero también escarpado en unos tramos y con la novedad de las pequeñas cuevas que utilizan de ofertorios.



Más iconoclastas de lo que yo creía estos japoneses ... Bajada a ver la playa como complemento masoca del día y nueva caminata hasta la estación. Una parada y decidmos que vemos el último templo del día, el Engakuji, sin espectacularidades especiales, pero con un final en alto que tuvo de premio una bomba de hielo picado, aromatizado con siropes de frambuesa o algo así: nuestro granizado en versión japonesa...


Tren a Yokohama y aventura de principio a fin. Para encontrar el Tourist Information, para recuperar la guía olvidada en el Tourist, para adivinar la estación en que bajarnos (metro sin inglés, para no girarme a devolver el empujón que me dieron saliendo del metro (no van con tanto formalismo) y para degustar alguno de los platos de Raumen que el Parque Temático de dicho fideo tenía explicados en un claro japonés.



De todos modos, muy buena impresión las partes de la ciudad de Yokohama que visitamos, y con muchos puntos pendientes para la próxima vez: Landmark Tower desde arriba o Yokohama Stadium desde dentro.

1 comentario:

JuanAntonio dijo...

Empujones en el metro, bañadores olvidados, granizados atípicos, acompañantes con paraguas, templos como setas, caminatas eternas... ¡Viva la aventura, Tadeo Joan!