¿Y quién no lo ha hecho?
Puedo poner excusas mil, pero todas pueden ser derrocadas. Así que no diré aquello tan habitual de que suelo lanzarme con alegría a muchos proyectos que luego tengo que dejar porque soy incapaz de completar.
Pues eso, una vez excusado por los retrasos, esperemos que vayan saliendo los que corresponeden al dia y que luego recuperemos los que hemos dejado atrás.
En estos temas no quiero meter los temas laborales, porque este es un blog personal y el 100% de la responsabilidad es mía.... Bueno, en algún proyecto también lo era y me lo comí, pero en general, eran tareas de equipo (jajajaja) donde la responsabilidad recaía en la empresa representada por aquel que daba la cara como responsable de ese proyecto o trabajo.
La moraleja que suelo llevarme es que el nombre de la empresa resiste esas impresentabilidades y el que las carga profesionalmente es la cabeza del responsable.
Y en el otro extremo de la balanza, no cuento los retrasos en compromisos deportivos, que entonces no acabaríamos antes de los 50.
Y acabando con las excepciones, tampoco me meto con el tema de lor retrasos en hacer cosas que se deberían haber hecho antes de alguna década inferior.... Bueno familia, nadie dijo que esto iba a ser fácil.
Así que, vamos a obviar los temas laborales y marquemos algunos de los retrasos más significativos antes de los 50. Despues de todos los descartes que he puesto, creo que me van a salir pocos.
- En el aspecto personal, una de las más sonadas fue tener a una pareja de maigos esperando en la Riera Blanca casi una hora, vestido de esquiadores, mientras me estaba echando una cabezadita entre el St Patricks Day y la esquiada del dñia siguiente.
- En tono cómico y sin efectos devastadores, llegar a una boda a las 3 de la mañana de un 28 de mayo del año 2000. Si rascais en las biografías seguro que encontrais los motivos.
- Otra de bodas, algunos años antes y con excusa. Unas pilonas que una empresa en la que trabajaba controlaban el acceso a una iglesia, fallaron en el sistema de comunicaciones y me tocó ir a buscar mi tarjeta dejada al novio que ya estaba esperando dentro... (la sensación de entrar yo por el pasillo cuando esperaban a la novia es para otro post). Con mi tarjeta entró el coche de la novia que, en un gran gesto, esperó a que lllegara el que se hizo andando ese trozo final retrasando algunos minutos más el comienzo de la ceremonia.
Dedicado a las víctimas de mir retrasos, se hayan quedado con la umagen que se hayan quedado.
y ella siempre estaba en el muelle
esperando.