28 agosto 2015

Atrapa la Bandera - Volver a ser un niño

Cuando te toca (y por muchos años y películas!!) ir a ver una creación artística de alguién a quien algo conoces, la verdad es que te puedes pasar todo el rato buscando significados o recuerdos dentro de la película, pero más allá de encontrar los guiños a Star Wars, Blade Runner, Back To The Future, o de imágenes de aquellas excursiones juntos en aquellos paisajes lunares y terrenales tan espectacularmente dibujados, uno no debe olvidar dar una valoración ligeramente objetiva al escribir para la inmensidad de la red.

Si vas de crítico de arte y ensayo, puedes encontrar incongruencias, personajes parecidos a no-se-quien, algunas situaciones que podían quedar mejor solucionadas, chistes que no te hagan gracia... pero tampoco puedes negar que la evolución técnica es realmente grande, que hay un gran conocimiento en todo lo que rodea a la película, que puedes encontrar un mensaje detrás, y que en general cumple ampliamente con los objetivos planteados.




"Atrapa la bandera" gusta y entretiene, y tiene momentos en que te puede hacer reir y llorar. A mi personalmente me gustan detalles como la estupenda ambientación de todos los paisajes, la situación de "tener que ir a la Luna para arreglar una situación familiar", y la genial aportación de nuestro hospitalense Corbacho doblando en la versión catalana al malo de la peli... una pena que el perfil yanqui del personaje no le permitiera hacer un doblaje más macarra. Porque la película va de yanquis, hecha por españoles que saben mucho de esto, y que iban bien asesorados al respecto. Puede que este perfil no tan hispano como podría ser la anterior referncia de Tadeo no le permita alcanzar cotas mucho más altes en este país, pero por otra parte, es seguro que a nivel internacional va a quedar compemsado.

Creo que logra entrar en esa difícil barrera de abarcar gustos de una amplia franja de edad, guiñando un ojo a esos abuelos que llevaran a sus nietos a verla, y que tal vez lograrán un poco más de reconocimiento por parte de los más pequeños, a pesar de que no acaben yendo juntos a la luna. Pero esa es la grandeza del cine, donde la ficción supera a la realidad en un mundo donde hay realidades que superan a esa ficción.

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