21 agosto 2009

UP

Uno no está acostumbrado a ir con niños al cine, pero de verdad que se me ocurren bastantes películas a las que llevarlos antes que a ésta. Y es que el flashback inicial te puede acercar en seguida a la lágrima antes que secuencias como la del gamusino te devuelvan a una película de dibujos animados.

Otra del tipo Wall·e que calla más de lo que dice. La marginación de la tercera edad, al abandono familiar infantil, la presión immobiliaria, la felicidad en el camino y no en llegar al final, los sueños, las manadas dominadas por el que más grita, o por la tecnología, o por una simple pelotita a la que seguir...

Eso sí por todo esto que te hace pensar, y por los personajes, en los que puedes encontrar trazos de Julio Verne, o de Ice Age, o incluso del genial Ran-Tan-Plan de Lucky Lucke encarnado en otro chucho genial, o el gamusino, genial en sus juegos iniciales con los protagonistas.


Eso sí, mi gag favorito es el de la palabra "Ardilla!", que también calla más de lo que dice...

2 comentarios:

Ernesto Frattarola dijo...

Muy buena película. Y completamente de acuerdo: no es para niños. Se me ocurren muchos momentos a destacar, pero ninguno como ese resumen de dos vidas, de la infancia a la vejez, en pocos minutos y sin una sola palabra; sólo imágenes. Maravilloso.

Catkatracha dijo...

¡Totalmente de acuerdo!
Yo saqué más kleenex de los que esperaba (y eso que ya sé que estoy sensible por el embarazo), pero, también por eso, y por lo que tiene de aventura pero con transfondo, me encantó.
Mi gag favorito, el de la rana-despertador.
Besos.