21 julio 2016

Etapa Tagore: Cruce de responsabilidades

Hoy (no sé qué día para el lector) termina una de las primeras etapas de Clara en su corta vida: su primera escuela. Y este post no es para ir marcando muescas, sino para dejar escrito el agradecimiento y satisfacción personal por haber hecho la selección de primera escuela que hicimos.



Algunos piensan que mi experiencia en temas de parvulario ha sido fundamental, otros que no quería dejar pasar la oportunidad de que fuera a una escuela por encima de la Diagonal, y la gran mayoría que no he pintado nada. Eso no importa en nuestro cuento. Lo que importa es que pensamos que no hemos fallado, porque las referencias eran inmejorables, y por nuestra parte han quedado más que cumplidas. Una directora como referencia cercana, con un modelo de funcionamiento excepcional desde nuestra perspectiva, y con un planteamiento personal de que la confianza es algo que no se paga con dinero. A partir de ahí es hablar, acordar, y traspasar responsabilidades durante algo más de un año.

Cruce de responsabilidades. He de decir que por mi parte, ha sido directamente un traspaso. Más allá de la ilusión que pueda hacer que un amigo sacrifique un pequeño índice de comodidad para querer traer a su hija a tu parvulario, eso despues se covierte en una responsabilidad para el centro, algo que siempre hemos desmitificado desde nuestra perspectiva, pero es evidente que existe. Y lo digo con conocimiento de causa, porque cuando fui "parvulero" un compañero de mi equipo de fútbol trajo a los niños, y a pesar de que yo no participaba en nada en el tema educativo, siempre queda aquella duda de si estaban contentos con el servicio que recibían. En nuestro caso durante toda esta época hemos recibido cariño, calidad, hospitalidad, eficiencia, comprensión y todo aquello que nunca hemos dudado íbamos a tener.

Y no hay que olvidar que la dirección y su amplia faceta educativa que también lleva a cabo, no puede hacer apenas nada sin un equipo detrás, que día a día han demostrado tanta profesionalidad como cariño sobre sus "materiales de trabajo". Creía que todos disfrutamos de ello en nuestra primera etapa escolar, pero da gusto ver como pasan los tiempos y esto sí que permanece con el paso de los años.


Gracias Blanca y familia Martens-Casanova, gracias Rosa, Nanny, Lourdes, y todos los que haceis grande al Parvulario Tagore!
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