16 noviembre 2005

Pifias Monumentales ante Monumentos - Episodio Piloto

Porque no es bueno lo de tirar la piedra y esconder la mano, aquí vamos con la primera y esperemos que no última edición de las Pifias. Os invito a que me envies la vuestra a jucasel@iespana.es y será publicada en este blog si corresponde hacerlo.

EPISODIO PILOTO - LA BODA Y EL SPRAY

Aunque algunos ya nos habiamos tenido que poner la corbata en varias ocasiones, no suele pasar que en nuestra época de estudiantes, nos juntemos los colegas de la Uni para ir a la boda de un amigo de estudios, pero en este caso así fue y así lo contamos.

Entre las numerosas gracias que se te ocurren ese día, ya hay una que por suerte no se lleva que era la de los sprays serpentinas, que resultaban manchar como un graffiti los trajes de novia más blancos y radiantes. Bien armados de tales artilugios nos dispusimos a fusilar a los novios en la salida de la Iglesia: todos, menos el típico waterparties cenizo de rigor que lo calificaba todo negativamente ("Vaya chorrada" "Que impresentables" "Sois como críos", etc).

Los invitados de la boda nos "aconsejaron" no cargar contra la novia, así que concentramos el fuego en el novio, que en el fondo era el colega. Una vez descargada la artilleria, el waterparties continuaba con su retahila .... En eso que aprovechando la confusión, se me ocurre con disumulo situar el spray a mi espalda apuntando al cenizo en cuestión. Y en eso que el orificio del spray no estaba donde yo lo había dejado apuntando... Total,

¿Dónde fue a parar toda la serpentina?

Efectivamente, a la más escotada de las hermanas de la novia. En eso, uno se puso más blanco que Charlie secando tinto, y la primera reacción fue quitar dicha pringosa serpentina de donde había ido a parar... Por suerte, el gramo de lucidez que quedaba por mi cerebro disparó antes la alarma, y mis manos se quedaron a mitad de camino.

Lo que más agradezco de los eternos minuitos posteriores es que andaba rodeado de compañeros de Universidad que rondaban los metro ochenta y tantos, que me permitieron desapecibirme un poco. Pero aquella ya no fue mi noche: creo que no me levante de la mesa del convite ni para ir al lavabo.

Mi viejo amigo de la Uni, que alguna vez aun me lo recuerda, me seguía consolando con la frase de aquel día: "No te preocupes, la novia me ha dicho hoy que no me imaginaba tan alto porque es la primera vez que me ve en posición erguida... Es lo que pasa por coincidir solamente en las Telecogrescas!!"

2 comentarios:

Atticus dijo...

¡Maldito gramo de lucidez...:-p!

Anónimo dijo...

Una vez me invitarona cenar y traje una botella de vino...