27 febrero 2006

El racismo, el fanatismo, las churras y las merinas.

Este fin de semana nos hemos vuelto a encontrar un pan nuestro bastante habitual en los últimos tiempos. Personalmente, y junto a muchos de los que compartimos la afición y la práctica futbolera, no me canso de intentar aclarar que no tiene que ver con el racismo lo que se le dedica a Eto'o, Kameni, Robinho o cualquier otro futbolista de raza negra.

Soy de los que evito insultar en cualquier actividad de las que realizo (los "cabrones" o "perros" que se me escapan suelen ser más cariñosos que ofensivos) pero, como mucho futbolero o aficionado al fútbol, si tengo que ofender a un contrario lo hago donde le duele. Y todos tenemos ese insulto especial que nos afecta más de la cuenta, y que si tu contrario lo sabe, lo irá a buscar, más para tocarte lo que no suena que para mostrar una actitud social.

Total, que nadie vaya a buscar grupos racistas en los estadios de futbol. Si nos escandaliza la ofensa personal, que nos escandalicen todas. Y si se hablara menos del tema y se evitaran determinados numeritos, tal vez la cosa no iría tan lejos. Y si trataramos (todos, yo el primero) de ser más respetuosos ante determinadas actitudes o acciones, seguro que el país (country? wich country? ) andaría mejor.

Suelo seguir un blog que habla de fútbol (Notas de futbol) que a raíz de lo pasado en La Romareda ha publicado un post al respecto, y que comparto en bastantes de sus declaraciones. Empieza así:


No nos inmutamos cuando 30.000 personas a coro llaman “hijo de puta” a un futbolista rival. En cambio, nos rasgamos las vestiduras cuando un grupo infinitamente menor grita “Uh, uh, uh”. ¿Significa esto que deberíamos acoger con indiferencia incidentes como el de anoche en La Romareda? Todo lo contrario.

Quienes gritaron anoche a Samuel Etoo, o quienes gritan cualquier día a cualquier otro jugador negro, no son racistas. Sólo son imbéciles que dan donde más duele, como también son imbéciles (y muchos más en número) quienes insultan a Cañizares, a Guti o a Fernando Torres, quienes a voz en grito desean la muerte a Karpin o Salva Ballesta, quienes llaman drogadicto a Gurpegui y terrorista a los once jugadores de la Real Sociedad, extranjeros incluidos.


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3 comentarios:

Louis dijo...

¡Gracias por el enlace a Notas de Fútbol!

Atticus dijo...

Comparto sólo parcialmente el comentario: los que insultan haciendo alusión a la raza de una persona, además de idiotas (como todos los que insultan), también son racistas. Más que ser excluyentes, racismo y estupidez son complementarios.

Ernesto Frattarola dijo...

Propongo una campaña para erradicar la homofobia del fútbol español. ¿O no son homófobos, además de idiotas, todos los que gritan "Guti maricón"?