Miquel Estapé es un compañero de Facultad que he reencontrado a través de un compañero común de Facultad que mantenía el contacto (eran los dos VO Power). Coincidí con él más en partidos de fútbol en el equipo de Telecos que en clase y, como no, en una inolvidable visita a París en el que 
defendiamos la suerte de la Telecos UPC en un torneo entre diferentes escuelas de Telecomunicaciones de Europa.
Pero todo eso es otra historia porque lo que he aprovechado de reconectarme a nivel linkedin es echar un ojo a su blog y prestar atencion a un par de artículos. Hoy, me he animado con éste, que comparto en modo #ComentarioDeTexto porque es un tema en el que siempre me he sensibilizado y me gustaría sensibilizarme aún más: La Transformacion Digital.
Leyendo el artículo de la Wharton – University of Pennsylvania titulado “The Digital Leader: Self-transformation for Long-term Success”
 me he acordado de una reflexión que me hago a menudo cuando estoy 
reuniones de directivos dónde hablamos de la importancia de la 
transformación digital de las organizaciones. Todos estamos convencidos 
que estamos en un periodo de profundos cambios, pero pocos se dan cuenta
 que, para poder liderar estos procesos de cambio, los directivos 
tenemos que aplicarnos un proceso de transformación digital personal.
 
Todo empieza por uno mismo: la caridad, el ejemplo, el reinventarse... Pues lo mismo para la transformación digital: me apunto también!
 
Liderazgo, según la definición clásica, es el proceso de influencia 
en un conjunto de personas haciendo que trabajen como un equipo, con 
entusiasmo hacia el logro de unas metas y objetivos compartidos. Yo soy 
de los que creo que no es posible ser un líder realmente transformador 
sin predicar con el ejemplo. ¿Cómo podemos pedir a los demás que hagan 
un importante esfuerzo de cambio, asumiendo riesgos, si el que lo 
propone no practica con el ejemplo? O cómo dice el artículo de Wharton, 
el líder es la persona que guía a la organización en el proceso de 
transformación: si el líder no ha transformado su mirada del mundo, va a
 ser realmente difícil que tenga la credibilidad para conducir estos 
cambios con éxito.
Esa imagen del líder tirando del carro y no subido a él.. Tengo la suerte de estar ahora en un sitio de esos, y doy fe que no es lo mismo que los liderazgos del siglo XX. También doy fe, que no todos mis líderes me han decepcionado, pero quizás tampoco los entendñia tanto o estaba tancerca como en las últimas experiencias.
Clasifico a los directivos en tres grupos: prehistóricos digitales, 
inmigrantes digitales y nativos digitales. Directivos nativos digitales 
son los que han vivido toda su vida educativa y profesional en la era de
 Internet: existen en start-ups y pocas empresas más. Para el resto de 
organizaciones, los directivos son prehistóricos, es decir, ignorantes 
de las posibilidades de las tecnologías e incapaces de liderar los 
cambios que implica; o inmigrantes digitales, los que hacemos un gran 
esfuerzo cada día para estar al día de las oportunidades de las nuevas 
tecnologías.
Como dice el artículo, ser digital en el ámbito personal significa 
hacer el esfuerzo de pensar y actuar como “disruptores” digitales, y 
saber aprovechar este nuevo marco mental, conocimiento y habilidades 
dentro de tu negocio. Los nativos digitales son “digitales por defecto”,
 es su marco mental natural. En cambio, los que somos inmigrantes 
digitales debemos hacer un gran esfuerzo de forma continuada y eso no es
 nada fácil.
Cierto. Gran verdad. Nos cuesta más. Pero no quiero tampoco desprenderme de mi letra pequeña y mis notas cada vez menos pequeñas porque la vista no me lo permite. Soy más del usar y tirar el papel que de no usarlo. Poco ecológico sí, pero es lo que tiene vivir en la transicion digital.
Participo en reuniones, grupos de trabajo y proyectos dónde se hace 
evidente la contradicción de los participantes entre lo que se predica –
 la transformación digital – y lo que se practica en el ámbito 
individual, una gestión profesional y personal “analógica” y basada en 
el papel.
Bueno. He de decir que no estoy en el mundo de la ejecución de la transformación digital, pero he estado muchos años en el mundo del transporte público y...
 
Hace un par de años que me autoimpuse el objetivo de “ser digital” 
para intentar crear este nuevo marco mental, prerrequisito para ser 
capaz de proponer soluciones disruptivas. Os comento que significa “ser 
digital” en mi actividad diaria profesional y personal a partir de un 
conjunto de situaciones (o, como decimos profesionalmente, casos de uso)
Pues vamos a hacer mi examen también
 
- Cero papeles en la mesa: el principal indicador de 
una gestión “analógica” basada en papel es tener la mesa llena de 
papeles. Intento no tener ningún papel encima la mesa. Casi lo he 
conseguido: tengo una bandeja con pocos papeles que me han entregado y 
no destruyo porque no tengo copia en formato electrónico o son 
originales que me interesa conservar. En relación con los documentos en 
papel históricos, hace un par de años hice el esfuerzo de digitalizar 
los que consideré de interés a nivel profesional y personal. Eliminé una
 enorme cantidad de expedientes y papeles.
Estamos en ello. Hay pocos y la dirección se encarga de que haya los menos posible. Es una ayuda enorme para el cumplimiento de ese objetivo.
  
- Digitalizar el papel: todos los documentos que 
recibo en papel los escaneo utilizando la función de Evernote “quick 
note photo” (opción de pago) que hace una foto, extrae el documento, 
elimina el entorno y hace algunas correcciones. El resultado es 
excelente. Cuando me entregan un documento de muchas páginas pido que me
 envíen copia por correo electrónico. El 99 % del papel que recibo va a 
la papelera de reciclaje que tengo en mi despacho en menos de cinco 
minutos. 
Un poco más retrasado pero en el proceso. Una aplicación móvil tipo TinyScanner es mi primer aliado.
- Acceso a los documentos: como principio no imprimo 
nunca ningún documento. Utilizo siempre mi tableta o portátil para 
acceder a los documentos que tengo que necesito. La mayoría los tengo 
guardados en Dropbox que me facilita la sincronización de los documentos
 digitales entre los diferentes dispositivos y tener acceso a ellos 
desde cualquier lugar. El resto los tengo en Evernote. Cuando tengo que 
enviar copia de un documento envío habitualmente un enlace compartido de
 Dropbox o Evernote.
Pendiente en las presenciales. Está claro que en las remotas funciona, pero sigo yendo a las reuniones con mi (única) libreta. Me salto el siguiente porque veo que me lo he comentado de principio.
- Notas de reuniones: la agenda y las notas de las 
reuniones las tomo directamente en Evernote. Al finalizar la reunión 
comparto mis notas, a modo de acta sencilla. A veces, las comparto en 
modo edición por si alguna otra persona quiere añadir o corregir o el 
contenido.
- Tarjetas de visitas: las tarjetas de visita que 
recibo las digitalizo con mi teléfono móvil al momento con Camcard 
(gratuita), guardo los datos en los contactos y habitualmente devuelvo 
la tarjeta en papel (aunque a veces parece una descortesía). Cuando no 
la devuelvo va a la papelera de reciclaje.
Pendiente. Tengo ganas de tirar unas cuantas, y he de reconocer que todavía las acepto y me las llevo de algunos restaurantes... 
- Artículos y noticias de interés: cuando veo un 
artículo o noticia de interés en una página web y en ese momento no 
puedo leerlo, nunca lo imprimo. Lo guardo digitalmente en GetPocket con 
un clic: tengo la extensión instalada en todos los navegadores que 
utilizo. Una vez a la semana intento revisar los artículos guardados y 
leerlos en mi tableta, aunque sinceramente nunca tengo tiempo de leerlos
 todos.
Uf! Una guerra. Hiperexceso. Y todavía sin solución. Asumo que no leo todo lo que seleccion y que mi criterio de selección no es el mejor de la galaxia. Sigo buscando. Si alguno de los lectores de este blog (permitidme que pluralice) tiene alguna recomendación al respecto, será bienvenida y escuchada. 
- Prensa y revistas: cada día hojeo dos periódicos 
digitales de dos tendencias ideológicas diferentes para contrastar la 
noticas. Y estoy suscrito a varias revistas digitales que consulto 
semanalmente. Me he dado de baja de todas las suscripciones que tenía en
 papel, aunque curiosamente hay quién me las continúa enviando ;-(.
No hojeo periodicos digitales, aunque si que intento ver la newsletter con los titulares cada mañana. No siempre lo consigo pero me parece una idea a mejorar. Reconozco que si me conecto me lio mñas con las redes sociales, que son las que me llevan a las noticias. Y considero que, con lo que sigo, sí que estamos bien alimentados de tendencias.
- Tarjetas de fidelización: las tengo todas 
digitalizadas con Mobile Pocket. A diferencia de otras, esta aplicación 
permite compartir las tarjetas virtuales con la familia. Cuando comencé a
 utilizar Mobile Pocket me cambié a una cartera más pequeña. Ahora solo 
llevo el título de familia numerosa que solo utilizo cuando voy al cine 
porqué me hacen un descuento.
Suspenso. Solo una de todas las que corren. Debo mejorar.  
- Firma de documentos: firmo todos los documentos de 
trabajo electrónicamente utilizando la solución de porta firmas del 
Consorci AOC o la funcionalidad de firma electrónica de Adobe Reader.
La firma electrónica de Adobe es lo único que necesito en estos momentos, y de momento solvento.  
- Información del banco: desactivé hace mucho tiempo 
la opción de las comunicaciones por correo postal. Ahora recibo correos 
electrónicos y utilizo la aplicación Fintonic (muy recomendable) para 
hacer un seguimiento de mis gastos e ingresos, con una visión integrada 
de cuentas de diferentes bancos y con propuestas y avisos personalizados
 que realmente me interesan.
Soy digital ante todo, pero he de reconocer que no he hecho la "radicalidad" que Miquel comenta y dejo que me vengan las cartas, porque aún hay lugares en lso que me siento más seguro entregando un papel. 
- Otras aplicaciones que también utilizo y que han sustituido a elementos analógicos:
- Slack para la colaboración digital en equipos de 
trabajo en lugar de enviar correos electrónicos. Aunque en Estados 
Unidos esta herramienta está en auge, la verdad no es nada fácil cambiar
 los hábitos de trabajar con correo electrónico.
- Redmine para la gestión de proyectos de desarrollo tecnológico
- Todoist para la gestión de proyectos y tareas en general
- Out of milk para gestionar los recordatorios de la compra. También permite compartir la información con la familia
- Spotify para escuchar música
 
Por temas profesionales o personales, las he tocado todas menos "Out of milk", pero dad por seguro que la voy a investigar. Uno de mis hobbies es investigar hasta encontrar 
"LA APLICACIÓN", o lo más parecido a ella.
Los principales resultados de este proceso son:
- He creado mi “despacho personal virtual” que me permite trabajar y acceder a todos los documentos en cualquier lugar y momento.
- Estoy siempre conectado con mis compañeros y colaboradores.
- He mejorado la colaboración y transparencia de la información.
- He reducido el tiempo en buscar documentos antiguos: todos están digitalizados y etiquetados
- Estoy más y mejor informado de lo que me interesa
- He aumentado el impacto de mis aportaciones a través de las redes sociales
- He mejorado mi eficiencia y mi gestión del tiempo.
Aspiro a mejorar en todo esto. Creo que no lo llevo tan mal como podría ser pero el camino a recorrer es largo aún. Soy un fan de la nube, así que debo disfrutar más de ella. Eso sí. Esto tiene un precio, y la parte economica de ese precio espera tiempos mejores.
 Lo digital conlleva muchas ventajas, pero hay algunos casos en los 
que el uso del soporte papel me aporta un “valor” especial. Continúo 
utilizándolo en esquemas, bocetos, post-its de lluvia de ideas, notas 
personales o para leer libros.
Comentado un poco arriba. Mis libretas sigueb teniendo un toque y un recuerdo especial. 
Finalmente, hay un tema de actitud. Ser digital implica una actitud permanente de estar abierto al cambio y a nuevos aprendizajes.
 Una de mis fuentes principales de aprendizaje es observar a los 
“millennials” y, concretamente, a mis hijos, ahora en fase adolescente, y
 analizar qué tecnologías utilizan y cómo las utilizan. Ellos son 
nativos digitales y estoy convencido que crearan un futuro muy diferente
 al que nosotros somos capaces de imaginar.
100% Agree!. Mi hija no tiene edad para nativear, pero mis incursiones en clases y actividades para niños espero me ayuden en esta transición.
Me ha encantado el artículo. Seguiremos con atención a este muchacho ;-) ...