19 septiembre 2006

No queremos dinero - Comentario de texto

Aclarar en primer lugar que La Vanguardia no me da ninguna comisión por sacar sus artículos en este blog (no sois tantos los que lo leeis...). Es el periódico familiar de toda la vida, y día a día hay que hacer un esfuerzo por pillar alguno y echar un ojo a lo que pasa. Y pasan más cosas que un centenar de subsaharianos tratando de llegar a Europa, una precampaña de elecciones (esta vez toca la Xene, pero cuando esta termine, seguro que empezamos precampaña de otra) o un equipo imparable en el que seguro que hay alguien que ya esta pidiendo revisión de contrato (en el mio, esta semana toca que vamos a por los puestos de UEFA)

Gil Losada (o Lossada según donde lo leas) preside una ONG y es uno de esos Cooperantes que no encasillaré en el Santoral del día 8 de septiembre. No es el primero que oigo decirle el título de este post.

El artículo, en el Carreteras Secundarias de Bru Rovira:

CARRETERAS SECUNDARIAS
No queremos dinero

BRU ROVIRA - La cama en la que duerme Gil Losada en el despacho-enfermería del orfanato Global Infantil, de Addis Abeba, es un camastro espartano, de tubo de hierro, idéntico a las camas y las literas en las que duermen los niños que aquí viven, junto a la arteria principal de un barrio miserable de las afueras de Addis.
En la mesilla de noche, algunos libros de medicina se mezclan con textos filosóficos y manuales técnicos. Al parecer, Gil Losada no necesita nada más: si uno quiere ayudar a toda esta gente, dice, debe comprometer su vida, acompañarles, ser uno de ellos.

Eso no parece difícil cuando vas una temporadita y luego sabes que vas a volver, y lo que te vas a encontrar. Y despues no entenderemos por qué no se quedan en su país.

Compromiso. Permanencia. Ser como ellos y uno de ellos. Ahora que el Gobierno ha fijado el 8 de setiembre como el día del Cooperante y que, como ironizaba en este mismo diario Jordi Raich, estamos en el camino de la beatificación del trabajador humanitario, resulta provocativo y refrescante escuchar lo que sostiene el "pintor y humanista" - así es como él mismo se presenta- Gil Losada,

No veo demasiado acierto en el día de San Cooperante: Campaña mediatica Pre-cualquier-elección??

"La pobreza - dice- se ha convertido en la denominación de origen de los países pobres. Los gobiernos cuentan cuántos pobres tienen y con estas cifras se van a Naciones Unidas o a las ONG y piden dinero. Pero el dinero no soluciona nada. ¡Los países pobres no necesitan dinero!

A más de una boca muy entendida en el te,a le he oído decir que precisamente dinero no les falta (caso general), el problema es dónde va a parar...

- ¿Qué necesitan?
- El compromiso, firme, de nuestra sociedad civil, de Occidente.

- ¿Qué quiere decir?
- Cuando los países ricos nos limitamos a mandar dinero o a crear contrapartes, lo único que conseguimos es desordenar todavía más la situación, fomentar la corrupción y retrasar la posibilidad de que estos países avancen. El progreso no se exporta. Si queremos que el mundo cambie, hay que comprometerse, ir a los países pobres, avanzar con ellos, enseñarles a organizar, a priorizar, apostar en su educación. En África, donde yo trabajo, la gente lleva un retraso de siglos respeto a los países ricos. Y nosotros queremos arreglarlo vendiéndoles el DVD con la película, pero sin permitirles que tengan su escuela de actores y su industria para hacer su propia película.

Aquí siempre me queda la imagen de aquel padre que vino a un ciber y que nos pagaba por hacer un trabajo que en 2 minutos de explicación y 5 de trabajo, lo finalizaba

Gil Losada piensa que en la era de la globalización todos formamos parte de un mismo mundo y ya no podemos seguir ignorando las interconexiones y las responsabilidades sobre los problemas que azotan el planeta. Por esto mismo aboga por que sea la sociedad civil de los países ricos la que se comprometa con los países pobres, y él mismo ha decidido convertir su vida en este ideal.

Si tenemos que esperar que lo solucionen los gobiernos... Es que hay que comprometerse, y...

- ¿Qué puede saber uno de las necesidades que aquí tiene la gente si no vive a diario con ellos? Los políticos vienen, se hacen la foto y se largan. Algunos dicen: los africanos necesitan más universidades. Pero no se dan cuenta que la sociedad hay que construirla desde abajo. Así que financian universidades, en vez de dedicar esfuerzos a formar técnicos, profesionales, tejido social. Y los universitarios en el Tercer Mundo o se convierten en emigrantes o terminan como escudos contra la metralletas. Sus ideales, sus ilusiones, suelen terminar en una revolución de fusilados. Las personas que gritan son en estos países una gran tragedia. Necesitamos gente que piense deun modo razonable, para cada médico, mil enfermeras. Gente que construya poco a poco. Por eso creo que debemos ser los civiles de los países ricos los que les acompañemos en este crecimiento, en este cambio.

Salud, educación, desarrollo, alimentación ... Hay casos en los que el tejido social debe estar hecho de hilos bien fuertes antes de ser tejido, y eso no se logra con buenas intenciones tan solo.

Gil Losada tuvo su momento epifánico en Sarajevo. Pintor reconocido que había estudiado en Barcelona y en Nueva York, filósofo, profesor, en 1993 decidió viajar a Sarajevo y convertirse en un sarajevita más, vivir como testigo y cronista el cerco de la capital Bosnia. Alquiló un taller en la plaza del mercado y pintó más de cien cuadros, además de decenas de carboncillos hechos en la calle. Srbrenica Cuando ocurrió la masacre de Srbrenica, Gil Losada decidió viajar hasta la ciudad 15 días después de que las fuerzas de Mladic la hubieran ocupado. Recuerda que un taxista de Pale le dejó en el centro. La ciudad estaba casi vacía. Por la tarde fue detenido y trasladado a la cárcel de Pale, donde fue interrogado durante días. Sus carceleros le acusaban de espía.

- Yo les decía que era un humanista, un tipo imparcial, un pintor. Un día, uno de mis interrogadores sacó una pistola y me la enseñó. Era un arma de fabricación española. Dijo: "esto es suyo, ¿no?. Y, además, ustedes están en Mostar". Una noche, me subieron en un camión. Llegamos al frente. Me dijeron: camina. Si te desvías del camino, me advirtieron, está todo minado. Caminé en línea recta, esperando el disparo a mi espalda. En aquel momento sólo me acordé de mi madre, de cómo le darían la noticia de mi muerte. También pensé en mi abuelo, un gallego republicano que había salvado a mucha gente y siempre me decía que la vida no nos pertenece. Que nosotros, por nosotros mismos, no somos nada.


Gil Losada piensa que en Bosnia empezó la decadencia de Europa, que allí se perdieron los grandes ideales humanistas. "Nos hemos convertido - dice- en un club de mercaderes. Mitificamos la ciencia y el conocimiento y olvidamos los ideales humanistas".

Nunca mais, nunca mais... Pero mañana amanece y sigue siendo el día de la marmota.


- ¿Por eso vino a Etiopía?
- Cuando llegué aquí había una hambruna tremenda, la gente se moría a miles. Y me quedé.

Observo de nuevo su cama, la pobreza, la austeridad que lo impregna todo. Al menos, los curas misioneros viven en comunidad y disfrutan de ciertas comodidades.

- ¿No se siente solo?
- Lo estoy. Es el problema que veo en la acción civil. Y aunque soy creyente, defiendo el compromiso laico del ciudadano. Quizás, con el tiempo, se vayan creando grupos como el nuestro.

Y que nosotros lo veamos ...




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